La campana simboliza, de una manera general, la vacuidad , noción fundamental del budismo y a menudo mal comprendida en Occidente, donde ésta se asocia sin razón a la noción de la nada. Ahora bien, la vacuidad no significa que no significa nada, sino que los fenómenos no existen tal y como nosotros los percibimos debido al velo de la ignorancia que cubre nuestra mente.
La campana está formada por varias partes:
- La parte inferior, su parte hueca, representa la vacuidad y el badajo el "sonido" de la vacuidad.
- En la parte de arriba de la cúpula, donde se inserte el mango, encontramos dibujado el Loto de ocho pétalos que simboliza a los ocho bodistvas femeninos, asociados a la idea de la vacuidad como todas las divinidades femeninas.
- En la parte inferior del mango, la más cercana a la campana, encontramos el vaso, que contiene el néctar de las realizaciones.
- Encima del vaso, encontramos el rostro de la divinidad femenina de Prajnaparamita, símbolo del conocimiento de la vacuidad.
- En la parte superior del mango encontramos el vajra o dorje cuya simbología podéis encontrar en entradas anteriores.
La campana forma pareja con el Vajra, su unión representa la unión de la sabiduría y de los medios hábiles, o también del conocimiento y de la compasión; además es la unión de los principios femenino y masculino. El vajra y la campana, en razón de su poderosísima función simbólica, se utilizan con frecuencia en el curso de un ritual, o una meditación, sosteniendo siempre el dorje en la mano derecha y la campana en la mano izquierda.
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